12/26/2005

LUNES 1º de agosto de 2005. Período de examenes ordinario.



1. Responda las siguientes preguntas sobre la BAUHAUS.
¿Cuál es el objetivo político-económico que guía la fundación de la escuela?
¿Cuál el objetivo pedagógico y cómo se organiza la enseñanza?
¿Qué diferencias existen entre el período de Walter Gropius y el de Hannes Meyer?

2. Robert Venturi.
Ubique este arquitecto en el tiempo y en su país de origen, resuma brevemente los principales conceptos que sostiene teóricamente, y describa una obra representativa de su pensamiento.

3. Frank Lloyd Wright.
Ubique este arquitecto en el tiempo y en su país de origen, resuma brevemente un concepto que haya sostenido teóricamente, y describa una obra representativa de ese pensamiento.

4. Le Corbusier.
¿Qué valor tenía la historia para Le Corbusier?
¿Cómo evolucionó su actitud entre los primeros años y la década del 30 en adelante?
Elija dos ejemplos de las respectivas épocas y compárelos. Utilice gráficos

6 Comments:

At enero 31, 2006, Blogger NN said...

¿Qué valor tenía la historia para Le Corbusier?
¿Cómo evolucionó su actitud entre los primeros años y la década del 30 en adelante?
Elija dos ejemplos de las respectivas épocas y compárelos. Utilice gráficos

Pido disculpas. Todavía no tengo demasiado ajustada esta cosa del blog que debería avisarme cada vez que llegan comentarios y no siempre lo hace.
LC y la historia, esto es cómo juega la historia al interior de la obra de LC, o bien deberíamos decir, cómo juegan las distintas tradiciones históricas en el pensamiento corbuseriano y además de manera comparada entre un joven LC y uno viejo.
Abreviamos el asunto y empecemos con la experiencia de los veinte y la edición de "Hacia una arquitectura", allí donde la tesis del joven Jeanneret podría resumirse como un proyecto tendiente a la fundación de un clasicismo en los tiempos modernos. Dos cosas, tenemos entonces, por un lado la noción de un tiempo histórico -el presente- y por otro la necesidad de establecer un lazo que debe atar este presente a la eternidad. O sea al clasicismo.
Las lecciones para entender los tiempos que vivimos, parece decir el Cuervo, hay que tomarlas de los ingenieros (de la producción industrial, de los tipos que están a la vanguardia del mundo moderno) por un lado, y del pasado por otro. Pero el pasado, esta historia en la que hurga LC es más bien un tiempo congelado, es eterno. Por eso no le interesan ni los frontones ni capiteles, sino por el contrario aprehender las leyes fundamentales que siempre son abstractas.
Los obsesivos volúmenes puros son parte de la gran lección de Roma, son los sólidos de El Timeo de Platón, los trazados reguladores surgen del estudio de Miguel Angel o el Petit Trianon de Versalles y el blanco inmaculado de ls casitas racionalistas es tan puro como el blanco del partenón. Tampoco ha faltado (Colin Rowe) quien leyera detrás de la propuesta de una arquitectura construida sobre pilotes, o sea capaz de levitar y liberar completamente el suelo verde, y que a la vez remite la naturaleza en las azoteas, algo así como la inversión de la estructura tripartita propia del clasicismo. Inversión de valores pero dentro de una estructura idéntica.
También sabemos que la obsesión por los recorridos, por la promenade architectural iniciada en aquellos años tiene, al menos uno, de sus puntos de arranque en la forma de organizar el espacio de la grecia antigua, según enseñaba el manual de historia de Choisy. Como sea, los ejemplos abundan y la palabra clasicismo es moneda corriente en la jerga corbuseriana de los veinte y significa la recuperación de la cultura mediterránea dentro de lo moderno.
qué cambió después de los treinta? Varias cosas en principio, pero tal vez no tantas. Le Corbusier continúa admirando el clasicismo e insistiendo con el sentimiento mediterráneo, sólo que ahora parece mucho más enfrascado en descubrir lo primitivo y las tradiciones vernáculas que el gran estilo clásico. Los proyectos pasan a ser rugosos y las formas se ablandan.
Si toman la pequeña capilla de Ronchamp verán que a ella también se le accede como al Partenón, o sea subiendo la colina y rodeándola, nunca de frente. Sólo que ahora no tenemos ninguna forma inmaculada sino una cosa rugosa, casi tosca y con un extraño sabor, un poco de árabe y otro de dólmen o de santuario druída, con un interior que semeja una caverna.
Es como si hubieramos retrocedido en el tiempo rumbo a un nuevo estadio eterno en el que el partenón siquiera puede ser pensado, pero en cambio, sí puede ser balbuceado.

Vean los capítulos de Frampton sobre LC y los trabajos de Stanislaus von Moos que están en fotocopiadora. basicamente.
si lo leen detenidamente, verán que todo está ahí.
(NN)

 
At febrero 13, 2006, Blogger Chardot said...

E:
En su libro "Precisiones sobre un estado actual de la Arquitectura y el Urbanismo", Le Corbusier afirma que la historia ha sido su único Maestro. En el estudio de la historia (y esto ocurre en todos los órdenes de la actividad humana) se puede ver la aplicación de las leyes que rigen los hechos y que determinan, con las variaciones que impone la adaptabilidad, episodios análogos.
Le Corbusier no buscó la arquitectura de una época, porque hubiera encontrado un estilo (y los define muy bien en "Hacia una Arquitectura"), en cambio, buscó La Arquitectura como hecho permanente, perfecto, eterno.
La búsqueda de la Arquitectura por parte de Le Corbusier es netamente científica, porque busca las causas, no los efectos. Buscando causas encuentra leyes. El problema es que muchos de los que se consideran grandes teóricos (también de la arquitectura), por múltiples razones, verbigracia, vehemencia, amor propio, se han puesto a inventar leyes, argumentos pseudo-lógicos, que luego, a la hora de aplicarlos a la realidad ven derrumbarse sus cimientos. La única forma honesta de buscar conocimientos, es la científica, analizando los hechos. En la historia Le corbusier vió las leyes que regían los fenómenos de percepción, sensibilidad, emoción plástica, inteligibilidad volumétrica, etc. No inventó nada.

 
At febrero 13, 2006, Blogger Chardot said...

Otra cosa de la que me olvidaba...Para comprender el pensamiento de Le Corbusier, recomiendo, antes que nada, leer a Le Corbusier. Los grandes investigadores y científicos (los verdaderos dueños de la verdad), no leen la Biblia, no creen, antes estudian la Obra del propio Creador, en la misma fuente. Aquí pasa algo parecido.

 
At febrero 14, 2006, Blogger NN said...

Agradezco la extensa contribución que nos envía SSG y aprovecho la mano para opinar respecto de algunas opiniones vertidas en sus comentarios. Estoy de acuerdo con el hecho de que la búsqueda de Le Corbusier estuvo firmemente orientada hacia “leyes eternas” y que esta búsqueda paciente tuvo en la historia y la naturaleza sus principales fuentes (incluso mucho más en la naturaleza que la historia, ya que la historia va leída mucho más como naturaleza que propiamente como historia).Sin embargo, también es cierto que éstas supuestas leyes naturales debían intersectarse con una coordenada temporal, se debía descubrir lo eterno en un tiempo concreto e histórico llamado moderno, lo que suponía sumar lo racional a lo irracional o lo eterno a lo instantáneo, fugaz y cambiante entre otros. Es decir, asumir la pluralidad de lenguas que habla lo real.
Habla lo real y no “es” lo real, porque la realidad no existe fuera del lenguaje, o mejor de los lenguajes, que no son producto de la naturaleza sino de los hombres que construyen la historia, incluso de los perdedores. Y esto vale también para el conocimiento científico y esas dichosas leyes, que son siempre un arbitrio (a menos que nos contentemos con saber la velocidad de la luz, claro). La verdad no es sino el nombre con el que catalogamos algunas mentiras, había dicho Nietzsche con buen tino. Lo que a la postre no significa que todo sea igual a todo, o en su defecto a nada, sino que el metro con el que se mide no es abstracto, por el contrario es bien mundano. Cada cual tomará o no posición respecto de LC, aquí lo único exigible es el rigor.
Sin duda alguna el proyecto que LC desarrolló a lo largo de su vida es imposible de laudar en pocas líneas y, tampoco puede ser sustituido por la lectura de un manual de historia. Vale entonces, y es compartida, la invitación a la lectura de sus textos, al estudio de sus proyectos, croquis, diarios, fotografías, cartas y cuanto documento nos permita pensar y descubrir a un tipo complejo e inteligente como sin duda fue el cuervo. Y vale para todo. Obviamente también vale leer y estudiar aquello que otros pensaron sobre el tema, en definitiva un enano sobre los hombros de un gigante puede ver más lejos, e incluso parado sobre otro enano ya duplica la altura.

 
At febrero 14, 2006, Blogger Chardot said...

Muy agradecido por los comentarios de nn, es muy cierto lo del enano. La ley de analogía, a traves de la cual se establece la similitud de episodios que difieren en espacio y tiempo (y hasta entre reales y ficticios), no hace otra cosa que demostrar claramente al entendimiento humano que todos los fenómenos están regidos por las mismas normas, y absolutamente nada en la Creación esta librado al azar. El ser humano desde los albores de la historia demuestra haber advertido estas invitaciones de la naturaleza (de la cual es obra cumbre) a descubrir sus secretos, que es, en fin,acercarse a su Creador. El hombre que descubre esas analogías (así como el físico en su homónimo campo experimental), se empeña por demostrarlas, y sólo cuando las comprueba en su propia vida, se convierten en verdaderos conocimientos, de otra manera permanecen en el campo de la especulación. Esos conocimientos constituyen, según mi comprensión, las verdades que ha podido conseguir el hombre, no sin
haber pasado por períodos en los que claramente hubo una voluntad de que no se conocieran, obligándo a la humanidad entera a vivir en
total ceguera de sí mismo y del mundo, que desde hace 3 siglos
empezó a volverse en contra del mismo organismo que la fomentó.
Es teórica y practicamente lógico que si el Creador (necesario
agente lógico como principio de una Creación) jerarquizó a la
especie humana por sobre todas las demás, dotándolo de un sistema
mental brillantemente conformado, de un sistema sensible no menos
importante, y de una serie de instintos que aseguran su permanencia en la Tierra, poco plausible sería el hecho de que, no teniendo valor alguno, enfrentara al hombre a una realidad sin objetivo, sin prerrogativa, sin reglas, sin verdades. Esta es la negación más
extrema a las inquietudes que, queriendo o no admitirlas, han
llamado a cada individuo desde pequeño a despertar a su conciencia. Otra cosa es que el ser las haya concretado, que son la minoría de veces, dado que la mayoría de las personas ven sus facultades mentales atrofiadas en su correcto funcionamiento a causa de creencias que, inculcadas la mayoría de las veces en el mismo
ambiente familiar, con los años, terminan por eclipsar el único
llamado al libre pensamiento y al estudio de la realidad (mental y
física), de la cual, todos, con sus variables de entorno, han sido
parte desde pequeños. Pocos son los ejemplos en comparación con los millones de seres humanos (que van en aumento) que han hecho caso a ese llamado, y a ellos debemos en parte la posibilidad y comodidad de estar intercambiando sobre la potencial existencia de normas, de verdades, que determinan que a lo largo de la historia, como decía al principio, se repitan los mismos episodios, sin que el hombre las haya vislumbrado en lo explícito de su ciclicidad. En parte es una de las razones de que la humanidad siga el camino erróneo dándose repetidamente contra un pared, sin mirar al costado para ver la
puerta, y de que hasta el día de hoy se discuta, a ver si en
realidad existe una puerta.
Mientras esbozo esta respuesta acude el recuerdo a mi mente de una amigo coetáneo cuya madre falleció hace 2 años, al que no veía desde algún tiempo. Este muchacho me dió una lección imponderable en una charla que mantuve recientemente con él. Le pregunté cómo se encontraba, cómo estaba reorganizando su vida y me contestó de una forma muy elocuente, con palabras que no hablan a la mente, sino al corazón. Me dijo que pudo empezar a rehacer su vida, pero ahora con
un pilar fundamental: el amor inmenso que siente por su madre y por la vida. La nueva perspectiva con la que vive de acuerdo con el
resto de su familia le ha hecho atribuír a la vida un valor superior del que antes carecía y, muy diferente al miedo que sienten las personas cuyas creencias han oxidado a la mente, y sepultado su
sensibilidad, llámense religión, o lo que sea, me dijo que ya no
tiene miedo a la muerte porque sabe que hay alguien que lo espera
del otro lado. Si yo realmente creyera que no existen leyes para
nada, me gustaría saber de dónde sacar escrúpulos para decirle a
esta persona que lo que siente es mentira.
Seguramente no me ha tocado en los 20 años que llevo de vida vivir
circunstancias tán complejas. Pero la experiencia, aún cuando es
ajena, sirve tenerla en cuenta en la aplicación de las propias y
para acercarse un poquito a las verdades (ya no haciendo trampa,
como el enano, si no creciendo uno mismo, siempre con los pies en la
tierra, asegurándose no caer si viene un viento medio fuerte...). No obstante hay mucha gente en el mundo que racional o sensiblemente
saben de la existencia de esas Verdades, pero no se encuentran aún entre los teóricos de arquitectura. Hay muchos de ellos que son ingenieros, humanistas, médicos, mucha gente de campo que conoce y sabe de la naturaleza, porque ha estado con ella (no son filósofos del hormigón), pensadores, artistas (los verdaderos), y por sobre todo, madres, que saben lo que darían por la vida de sus hijos, que
llevan en sí mismas la Voluntad de la permanencia del ser humano en
este mundo, seguramente, con algún objetivo detrás.Hace unos días, charlando con un compañero de introductorio (ahora ante 1), pensaba acerca de un profesor que le contestó una duda previa al exámen: ¡Qué inteligente este hombre!, ¡Cuánta razón hay en sus palabras!. Éste compañero acudió a un profesor a preguntarle cuál sería la respuesta correcta, en el caso que en el exámen le pidieran responder "cuándo comenzó la modernidad en la arquitectura", a lo que el preceptor le contestó, entre otras argumentaciones: "Para mí, la modernidad en la arquitectura todavía no ha llegado."
Ciertamente que en el devenir de los hechos, podemos comprobar que
estamos muy lejos conceptualmente de alcanzar la concreción de esos
ideales, que se frustraron en su nacimiento porque la mentalidad de
las sociedades no estaba preparada aún, ni parece que lo esté ahora
tampoco. Existe demasiado desconcierto en cuanto a las certezas en el campo del arte en general, y en la Arquitectura, como la primera de las artes, en particular.En estas condiciones, donde no existe una modernidad efectiva, ni en las mentes de los arquitectos, ni en los edificios (ni mucho menos aún en los que los habitan), es imposible que puedan tener andanza ideas de esa altura, y por sobre todas las cosas, que se ose proclamar por algún aventurado, que llegamos a la post-modernidad.Y es comprensible, el caos llama al caos...
Ahora estamos en esa.

Cordiales saludos

PD:

Aprovecho este post para hacer llegar mis felicitaciónes a los
estudiantes que salvaron el exámen de Arquitectura y Teoría, y la
invitación a los que no lo hicieron a doblegar esfuerzos en el
estudio de la asignatura que nos comienza a descubrir el sentido de
haber llegado hasta acá.A los que salvaron entonces, ¡nos vemos en los Teóricos de Teoría 1!, que promete mucho para este año. Ya estoy consiguiendo algunos
libros de Mr. K., se ve que con libros tan grandes debe tener algo
para decir... :)

 
At enero 19, 2009, Anonymous Anónimo said...

Hola, el ultimo examen donde puedo encontrarlo?? Alguien puede pasarme las preguntas, me dijeron que eran:
Adolf Loos, Arquitectura en la primera mitad del siglo XX, aunque no entiendo bien esta ultima pregunta.
muchas gracias

 

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